domingo, 15 de mayo de 2011

Las sandalias del pescador

Arena entre los dedos de los pies tras un paseo de dos horas por las playas de San Sebastián, un domingo de mayo apenas despuntando el día con la prensa en la mochila. Un cortado y mucha lectura después siento la nausea que provocan las noticias que llegan del mundo: cierta pestilencia que rastreo en busca de un gramo de esperanza y alimento para ejercer mi oficio. Encuentro cosas.

Creo en Europa porque es la tierra que sostiene mis pies -hoy llenos de arena-, a decir de la prensa internacional, el viejo continente se resquebraja por cinco razones. Adivinen... ¿Cuáles? Les daré algunas pistas: dos de ellas son cuantificables (el euro y la política exterior). Tres de ellas, sin embargo, pertenecen al presunto mundo intangible en el que trabajo: el liderazgo, los valores y la confianza.

Liderazgo, valores y confianza... ya tengo un gramo de esperanza que alimenta mi mañana en el despacho, que alienta la continuidad en los esfuerzos. Aún encuentro más en los suplementos dominicales donde Joan Macdonald -una arquitecta de setenta años, famosa por su apuesta por los desheredados de la tierra- afirma con rotundidad que la vida se la otorgan a uno para jugársela, no para estar sentado.

Me quito las sandalias de tela un poco rotas y descoloridas por tres veranos consecutivos. Sacudo la arena de mis pies sobre el viejo continente y decido, una vez más, jugarme la vida por aquello que amo y creo. Queda inaugurado este blog, kuestionmark.blogspot.com. ¡Larga vida a la creatividad!

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